sábado, 2 de febrero de 2019

IMBOLC:de la fiesta de la luz a la Candelaria. (La Valencia pagana #3)



Vela y agapantos típicos de Imbolc



CIUTAT VELLA
Sant Francesc

Callejero hace poco atrás que hemos dejado los días de frío, para vivir unos pocos e intensos días de calor. Esto se debe a la fecha que estamos apunto de llegar el 2 de febrero, y como se suele decir  en Valencia: « Si la Candelària plora, l´hiver ja és fora; si la Candelària riu, ni hivern ni estiu.»

Este año la Candelaria a llorado antes de llegar, pero también esta haciendo solecito, así que se avecina una primavera fresquita. Sí callejero, la primavera ya esta aquí - por lo menos la agrícola - que llega el 2 de febrero como dictaminaban en la antigüedad. 

La Candelaria marca en el calendario el ecuador del invierno, han pasado tantos días de invierno, como días que faltan por pasar. Es una fecha especial desde la antigüedad, cargada de significado espiritual y religioso. Porque la Candelaria forma parte del periplo vital de Cristo, con la Navidad, de echo marca el ocaso del ciclo navideño, razón por la que muchas iglesias mantienen montado el belén hasta ese día. 

Un profeta llamado Simeón reconoció al Niño Jesús como la luz del mundo, y las primeras celebraciones de la Candelaria evocaba la Presentación de Jesús en el Templo y la Purificación de la Virgen María, consagrando a bebés y bendiciendo a parturientas.

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Presentación en el Templo (1455)
Rogier van der Weyden. Pinacoteca de München 

El hecho de la purificación nos viene explicado en las Sagradas Escrituras, donde encontramos apuntes sobre ello: « Cuando se cumplieron los días de su purificación - de María - según la Ley de Moises lo llevaron - a Jesús - para presentarlo al Señor.» Lucas, 2:22.

Mientras que en el capitulo 12 del Levítico establece que la parturienta tenía que estar 40 días en proceso de purificación tras dar a luz. Una vez superado, era menester presentar a la criatura en el templo. La tradición cristiana occidental estableció la fecha del nacimiento de Jesús con el 25 de diciembre - el Sol Invictus pagano - y sumándole 40 días situaba los acontecimientos del 2 de febrero. 

Este hecho es la unión que tiene el día de hoy con la Navidad. ¿Pero de dónde procede el nombre? Si volvemos a los textos sagrados de San Lucas, continua narrando que un anciano llamado Simeón, con el don de la profecía en cuanto vio al bebe de María exclamó: « ... han visto mis ojos tu salvación, la que has preparado a la vista de todos los pueblos, la luz para iluminar a los gentiles y gloria para tu pueblo Israel. »

Porque Jesús era la luz del mundo, y fue por eso, que se ha celebrado con el encendido de innumerables candelas en iglesias desde el siglo X. Cabe aquí decir que nuestro insigne rey Jaime I El Conquistador nació tal día como hoy en 1208 y en ese día escogieron su nombre con un ritual de velas, en honor a la fiesta de la Candelaria. 

Desde la época de la Reconquista (1238) en Valencia en la puerta de la Catedral se repartían velas encendidas entre los fieles, quienes realizaban un procesión y acudían a continuación a misa con esos cirios. Algo que aún perdura en nuestras iglesias.- Una de ellas la de San Agustín, dónde entregan una candela cada día 2 a la entrada al recinto sagrado. - 


Encendiendo velas en la puerta de la Catedral de Valencia.
Recreación de: I. Balensiya

Ahora que ya está explicado de donde viene la fiesta de la Candelaria, es momento de saber el trasfondo de esta fiesta. Porque toda fiesta religiosa que proviene de antes de la época medieval o de los primeros siglos de esta, es de origen pagano, como ya he relatado en otras ocasiones, se fue adaptando a las costumbres y gustos de los religiosos cristianos. De esta manera la fiesta que nuestro padres y abuelos llaman de la Candelaria, nuestros antepasados celtíberos denominaron Imbolc. 

La festividad de Imbolc era una de las fiestas más importantes del pueblo celtíbero porque simbolizaba el fin de la época oscura, el invierno. Su celebración era al principio del mes de febrero, para comenzar a prepararse para la llegada de la primavera. 

Entre Yule - 21 de diciembre: el solsticio de invierno y la Noche más larga - y Ostara - 21 de marzo: equinoccio de Primavera - hay un día que marca que han pasado tantos días de invierno, como días que quedan y es ahí cuando se celebraba Imbolc. Tambien se solía celebrar durante la primera luna llena  de febrero, cuando las flores primaverales empezaban a brotar a través de la nieve. 


Una representación de la diosa Brigit
En sus manos la jarra con la leche.
Era la festividad de la luz, pues los días tendían a ser más largos y había menos oscuridad. además de una fiesta relacionada con los productos lácteos. Ya que el nombre viene de la antigua lengua celta y significa literalmente: ordeño de ovejas de aquí procede la creencia de la asociación de la purificación con el blanco de la leche. A parte de que las ovejas tenían un alto valor en la economía domestica de estos pueblos, por la lana que daban. 

Aunque también es posible traducirlo como: en el vientre de la madre, pues la semilla que fue plantada en el Solsticio de Invierno, está creciendo dentro del vientre de la diosa. Porque Imbolc era una fiesta consagrada a la diosa Brigit, deidad del fuego, la fuerza y la fertilidad y que posteriormente fue reverenciada como una santa cristiana, Santa Brígida, e Imbolc pasaría a convertirse en la Candelaria la fiesta del fuego rodeada de velas.





Esta llamada diosa Brigit recorría la tierra y recogía la leña que necesitaba para el resto del invierno. Si el invierno aún tenía que durar, sería un día soleado, para que la diosa pudiera salir a por leña, que necesitaba para pasar el resto del invierno. Si era un día malo, es porque Brigit no necesitaba más leña, porque el invierno no duraría mucho. - Algo similar a lo que reza el clásico refrán valenciano de la Candelaria. - 

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Imbolc celebraba la promesa de una primavera que estaba por llegar. Estamos en la época en que las cosas se agitan bajo la superficie de la tierra. Después de un largo invierno, el sol comienza a despertar y aunque aún le queda mucho camino por recorrer, e inicio de la primavera se vislumbra más cercano. Las semillas comienzan a germinar bajo tierra...



En este día se adoraba a la diosa Brigit, íntimamente relacionada con el fuego y era costumbre encender hogueras y luces que sirvieses de ayuda al sol para calentar la tierra tras el frío invierno, además se realizaban las ceremonias matrimoniales. 

Para celebrarlo se hacía diversos rituales entorno a la memoria de la diosa y del fuego. Según cuenta la leyenda, durante la noche de Imbolc - madrugada del 1 al 2 de febrero - los agricultores salían a los campos para venerar a la diosa bailando alrededor de una hoguera mientras pedían fertilidad y abundancia de sus cosechas, arrojando semillas al fuego como símbolo de bendición de las mismas. 


Una de las celebraciones más bonitas y llamativas era la costumbre de poner velas en todas las ventanas de la casa, empezando la tarde la víspera, dejándolas encendidas hasta el amanecer. Porque esta festividad al contrario que otras, no tenía una gran hoguera central y colectiva, sino un pequeño fuego en el interior de los hogares. Una chimenea encendida bastaba para honrar la fiesta. Si por alguna razón o se podía mantener la chimenea encendida, en la época medieval comenzaron a dejar una vela encendida en la ventana de las habitaciones toda la noche hasta el amanecer. 

La vela que coloqué en una ventana de mi casa.
Fotografía: I.Balensiya.

En este día también se solían hacer todas la velas que se iban a utilizar durante el año, junto con una limpieza profunda en la casa. Era una fiesta para honrar la poesía y a la mujer soltera que buscaba un buen marido o las casadas que pedían por su fertilidad.

Se decía que esta diosa visitaba las casas más virtuosas y bendecía a todos los que dormían en ella, la gente le dejaba ofrendas en modo de vela o algo de leche. Pero lo que más se buscaba en los primeros siglos de la época medieval era el poder de protección o fertilidad que otorgaba.

Otra de las costumbres del día era hacer una muñeca de juncos conocida como Brideog y se le vestía con prendas de lana o decorada con flores. Se le colocaba en una cama para recibir su don de fertilidad. También se tejía la Cruz de Santa Brígida, una tradición que ha durado hasta nuestros días. Un hecho decisivo para lograr el paso del paganismo al cristianismo de la fiesta, cuando la diosa Brigit se convirtió en Santa Brígida, celebrándola el 2 de febrero. 


                                        
Un simple ejemplo de como podía ser una muñeca
de la 
diosa Brigit


Santa Brígida

                                    
Antes de ello se colocaba un ramo de juntos en las puertas de las casas, pero se dice que Santa Brígida tejió una cruz de juncos y la puso sobre la cama de un moribundo y este se recuperó despertándose y pidiendo ser bautizado. Convirtiéndose en un símbolo del hogar para la protección, sobre todo del fuego, colgándose en las cocinas, pues recordemos la diosa era la patrona del fuego. Las cruces se conservan y se queman en el siguiente Imbolc, después de hacer una nueva para sustituirla.


Ejemplo de la Cruz de Santa Brígida

La fiesta de Imbolc no ha sobrevivido en el colectivo de la gente, a diferencia de Samhain, el famoso Halloween, tal vez dado que tienen un sentido más religioso y de recogimiento que de diversión y esparcimiento. 

No importa de donde venga la fiesta, la Rueda del Año ha dado otro giro más y es momento de cambiar, hay que darle la bienvenida y alumbrar el camino a la primavera que está por llegar, para dejar marchar el invierno. Enciende tu vela y a tu gusto celebra, la Candelaria o Imbolc. 

¡Mantengamos el fuego toda noche!

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Una adaptación actual de los rituales antiguos, consiste en lo siguiente: 

El más sencillo: Coloca una vela en un plato, para evitar que queme algo, y rodéala de todas las semillas que vas a plantar en primavera. Alumbra las semillas con la luz de la vida en esta noche especial. Luego guárdalas en un paño blanco de algodón hasta el momento de su siembra.  

Ejemplo de como queda el ritual.

La otra opción en una bandeja coloca una vela, un poco de leche fresca y un puñado de las semillas que suelan cultivar en tu pueblo o lugar que más ames, para pedir que haya buena cosecha, en mi caso he tomado arroz de la Albufera. 

Ejemplo de como queda el ritual.

En cuanto a la meditación, solamente enciende una vela, y agradece a la luz por regresar a la vida, y conecta con la luz que hay dentro de ti.