viernes, 27 de enero de 2023

Sorolla de enero: El Puente del Real (1908)

 

El cuadro escogido para representar el mes de Enero.

"El Puente del Real" Valencia, 1908. Oleo sobre lienzo: 38 x 30cm. Actualmente en el Museo Sorolla de Madrid. 

Representa una visión cotidiana de la ciudad de Valencia. Se trata del trasiego diario de la gente por el Puente del Real. Un día otoñal a la hora de la tarde, la luz anaranjada procede del oeste (izquierda del lienzo) iluminando el puente y los casalicios donde están las figuras de los santos en perfecto estado, pues aun faltarían unos cuantos años para que estallara la Guerra Civil y su destrucción. 

Otra de las señales que indican la estación otoñal, es el color de los árboles al fondo del cuadro. Son los que están más cerca de la valla de los Jardines del Real (actual parque de Viveros). El cielo es de un color suave por la hora del día. También que las aguas del rio Turia bajan algo revueltas, como lo demuestra la espuma del agua al golpear contra las rocas del fondo. 

El cuadro si lo dividimos en diagonal desde el punto izquierdo de arriba al inferior derecho, vemos que es donde más se concentra la acción del cuadro, la cantidad de personas atravesando el puente. 

El cuadro gana profundidad, dado que la línea del horizonte esta en un tercio del lienzo. Siendo esta una parte de la composición, una línea recta en el fondo. Línea vertical en el centro, marcada por los dos casalicios, y la delantera por una diagonal, por la representación del malecón por donde se ve en primer plano una figura cortada y despaldas. Algo impensable para muchos pintores. Pero ese detalle de cortar a alguien, Es como ocurriría en una fotografía, y eso es lo que buscaba Sorolla con este cuadro, hacer una especie de fotografía de una tarde de otoño. El encuadre de este lienzo, estilo fotográfico se debe a que el pintor de joven, trabajó como iluminador en el talle de fotografía de su suegro. Es por ello que dio siempre tanta importancia al juego de las luces y las sombras.  

Sin duda es un bonito cuadro, sencillo pero hermoso, lleno de esencia valenciana. 





domingo, 15 de enero de 2023

AÑO SOROLLA, un recorrido por su pintura.


Sorolla pintado "Clotilde vestida de negro"
uno de los muchos cuadros que le dedicó a su amada.


Estamos en enero, el primer mes de este año 2023 que va a ser especial para los valencianos, pues celebramos el Año Sorolla. 100 años de la muerte del llamado Pintor de la Luz, que tan enamorado estuvo siempre de la Tierra que le vio nacer. 

Por eso para homenajear a este pintor y dado a los conocimientos que tengo como historiadora del arte, he decidido hacer una selección de doce obras de Joaquín Sorolla y analizar una cada mes, para que todos disfrutéis y descubráis a este gran pintor.

12 meses, 12 cuadros... mis 12 obras favoritas de Sorolla.  

ENERO: El Puente del Real 

FEBRERO:

MARZO:

ABRIL:

MAYO:

JUNIO:

JULIO:

AGOSTO:

SEPTIEMBRE:

OCTUBRE:

NOVIEMBRE:

DICIEMBRE: 


domingo, 1 de enero de 2023

Fuente homenaje "A la actividad marinera"

Fuente a la Actividad Marinera
Fotografía: I. Balensiya

Un nuevo año ha llegado a nuestras vidas, y como hago desde hace unos pocos años, cada último día del año voy a ver el mar, ese mar que se difumina en la arena de la playa de la Malvarrosa que tantas veces pintó Sorolla.

Me gusta ver el mar, el vaivén del oleaje a la vez que hago una respiración oceánica a su compás acompañada de una meditación. Cada vez que la ola llega a la orilla, inspiro fuerte y pienso en las cosas que están por llegar, cada vez que la ola se mete a mar adentro, expiro y suelto todo lo negativo, todo lo pasado. Después de unas cuantas respiraciones de limpiar la mente al nuevo año, es tiempo de regresar a casa, pues la noche ya ha caído sobre Valencia. 

Antes de cruzar la calle, me detengo un instante y observo a un lado del Paseo de Neptuno; una estructura de resplandeciente luz blanca que capta mi atención. 

La llamativa estructura en la noche
Fotografía: I. Balensiya

Se trata de la fuente homenaje "A la actividad marinera" una construcción hidráulica diseñada en forma de barca de agua, que desplegó su vela por primera vez el 15 de diciembre de 1999. 

Con un escaso armazón de metal, apenas unas líneas forman una barca que se completa con chorros y láminas de agua, para ofrecer al callejero que se acerque a ella la visión de una antigua embarcación de pesca como aquellas que pintaba Sorolla hace cien años. 

Casco de la barca iluminado y formado por los chorros de agua.
Fotografía: I. Balensiya

La estructura de aluminio descansa sobre una gran base circular de granito que representa una rosa de los vientos - aunque por desgracia la mayoría de las veces está cubierta por arena que el viento del invierno deposita en ella - La barca de agua en el centro de esa brújula es una metáfora a que todos los vientos son buenos, que todos los caminos que escojas te llevaran a algún puerto, que solo tú sabes si será, o no, bueno para tu provecho. 

"Migjorn" viento del sur.
Fotografía: I. Balensiya


"Llebeig" viento del suroeste.
Fotografía: I. Balensiya

"Ponent" viento del oeste.
Fotografía: I. Balensiya

"Mestral" viento del noroeste.
Fotografía: I. Balensiya

"Tramuntana" viento del norte.
Fotografía: I. Balensiya

"Gregal" viento del noreste.
Fotografía: I. Balensiya

"Levant" viento del este.
Fotografía: I. Balensiya

Esta ingeniosa fuente fue diseñada por el Servicio del Ciclo Integral del Agua, y fue la primera, en aquella época, que empezó a usarse la tecnología virtual para hacer una serie de estudios por ordenador, para ver como fluctuaría el agua y dónde colocar correctamente el orificio del surtidor para lograr ese juego visual para formar un dibujo con el agua. 

La barca de noche con la vela desplegada.
Fotografía: I. Balensiya.

De la misma manera se colocaron los puntos de iluminación para resaltar su estructura por la noche, haciendo parecer al callejero una aparición fantasmal de unos tiempos ya lejanos. 

El día que por fortuna se puede contemplar, observamos la brújula construida con mármoles rojos, grises y beiges. La brújula se completa sobre el borde del tazón de la fuente, donde aparecen grabados en el mármol los nombres de los puntos cardinales y sus vientos correspondientes.

Graciosamente los aliviaderos y desagües de la fuente fueron disimulados por unos cangrejos de bronce, aunque hoy en día han desaparecido debido a actos vandálicos.

Callejero, te recomiendo que en el día de hoy, o en los próximos, te acerques al lugar, contempla la barca de agua, deja que la brisa del mar te envuelva y guie tus pensamientos ¡Quién sabe a dónde te hará llegar! Pero sobre todo disfruta del momento como lo hizo el Maestro, y así se lo retrasmitía por carta a su esposa: 

<<¡El agua era de un azul tan fino! Y la vibración de la luz era una locura. He presenciado el regreso de la pesca: las hermosas velas, los grupos de pescadores, las luces de mil colores reflejándose en el mar... me proporcionaron un rato difícil de olvidar. >>

Feliz Año Nuevo 2023. Bienvenido Año de Sorolla.



viernes, 21 de octubre de 2022

La Iglesia de Santa Úrsula, el lugar que temían los valencianos. (Valencia negra#)

Fachada hoy en día del lugar.

CIUTAT VELLA

El Carmen.

Hoy 21 de octubre es la festividad de Santa Úrsula, así que callejero camina conmigo, intérnate en la ciudad, y párate detrás de las antiguas Torres de Quart. Toma asiento en uno de los bancos de la plaza y te contaré... ¿Qué ocurre? ¿Estás nervioso? ¿Notas una extraña sensación? Todo eso es normal, pues te encuentras en la plaza de Santa Úrsula, uno de los puntos de la ciudad con más historia negra que ha tenido la ciudad. 

Primero, déjame decirte que el nombre de la plaza proviene de la pequeña iglesia que está ahí construida. El pequeño templo pertenece al convento adyacente. Dicho cenobio nació como convento de las Agustinas Descalzas en 1605, bajo la advocación de Santa Úrsula y gracias al patrocinio de San Juan de Ribera, Arzobispo de Valencia por aquel entonces.

Antes de ser un convento agustino, fue la Casa de las Arrepentidas, fundada por Juana Zucala, hermana carmelita, que tras la bula concedida por el Papa Julio III en 1552, pudo dedicarse a la protección de las mujeres que se dedicaban a la prostitución. A esta casa llegaban todas aquellas prostitutas que bien habían abandonado el oficio por “arrepentirse” de la vida alegre que decían llevar, o bien terminaban embarazadas y no querían abandonar o abortar a su hijo, o porque tenían alguna enfermedad o por vejez eran rechazadas por los hombres, no pudiendo ganarse la vida ejerciendo la prostitución.

Estas arrepentidas quedaban amparadas bajo Nuestra Señora de la Misericordia y Madre de pecadores. Cuando el gran prostíbulo de Valencia dejó de existir, San Juan de Ribera promovió la construcción de este convento en 1605, donde acabó sus días Sor Juana Zucala.

Dejando de lado la historia, el cenobio en sí no tiene mucha importancia arquitectónica para nuestra ciudad. Su iglesia está construida en ladrillos siguiendo el canon barroco de la época. Es de una sola nave rectangular, de cuatro tramos con capillas entre los contrafuertes y el altar cubierto por una bóveda de cuarto de esfera. El templo solo tiene una entrada a los pies del mismo. La portada está formada por dos cuerpos. En el primero la puerta con arco de medio punto y dos pilastras la flanquean alzándose sobre un zócalo, sin decoración alguna. El segundo un frontón curvo partido – típico del barroco  - con una hornacina con una estatua de Santa Úrsula. El nicho está decorado con un frontón triangular esta vez, y unas bolas de piedra.

Detrás de este frontón, se encuentra el coro donde las religiosas cantaban durante los oficios. En contraposición en el altar mayor existe un lienzo de Santa Úrsula, y las imágenes que ornamentan el resto del lugar artísticamente son muy pobres, siendo solo objetos más de veneración, que de arte sacro.

En cambio, el convento tuvo que ser totalmente reedificado en 1960 por el arquitecto Luis Gay Ramos.

Lateral del edificio donde se aprecia los contrafuertes.

Este edificio y esta plaza siempre han estado ligados al mal ambiente, por llamarlo de alguna manera, pues no solo están esas mujeres arrepentidas, de las que la gente de moral limpia huía por ser unas pecadoras, sino también, todas las señoritas de "mala conducta y moral distraída", quienes  las monjas agustinas  custodiaban durante las épocas de Cuaresma y Corpus Christi.

Otro aspecto negativo de este edificio, es que durante la Guerra Civil fue usado de checa, es decir, de centro de interrogatorio y tortura por parte del bando republicando, siendo este lugar en esta pequeña plaza, la checa más terrible y temida de toda España, según los historiadores.









Interior de estas jaulas de castigo. Durante horas estabas
 en unas posturas que castigaban al cuerpo y lo agarrotaban.

Imagen de una de las "camas" de obra inclinada
con protuberancias para no poder descansar y el
suelo lleno de ladrillos pegados para no poder
tumbarse a dormir en el.

                                                  

Actualmente, el edificio pertenece  a la Universidad Católica San Vicente Mártir de Valencia.

 

viernes, 14 de octubre de 2022

¿Volveremos a tener un Turia con agua?



Plano original del Plan Sur.
Fotografía: Kike Taberner. 

Unos meses después de que me aventurara a bajar al cauce nuevo del denominado Plan Sur, para hacer un reportaje para contar su historia, comenzó el rumor de un nuevo plan para la ciudad de Valencia: recuperar el cauce del Plan Sur.

¿Cómo que recuperarlo? Pues, dicho cauce no ha sido invadido por nadie - salvo por la vegetación - ni tampoco ha pasado a manos de otros que no fueran valencianos. Así que recuperarlo ¿Pero en qué sentido?


60 años del mortífero desbordamiento del Turia | Blog Diario de ...
Visión del cauce del Turia nuevo. 

Se trata del cauce de un rio, lleno de "piedra gorda" como dijeron los obreros en su día, para poder conducir las avenidas del Turia, en caso de que ocurriera una catástrofe natural como la de 1957de formar que pudiéramos salvaguardar la ciudad de Valencia de un peligro como el acontecido en aquella época. Lo cierto es que fueron grandes los daños, pero no comparemos los daños que pudo haber en la década de los años 50, a los que podría haber hoy en día. Pensemos en la red de MetroValencia, y en algunas de sus paradas que se encuentran en puntos en que el agua llegó hasta los 5 metros de altura, sin contar la de la Alameda, que podría convertir la red ferroviaria subterránea en una grandiosa alcantarilla "de diseño". 


Noviembre de 2020, las fuertes lluvias hacen que el Turia se inunde.
La estación de metro de la Alameda cerrada por inundación.

Al viejo Turia lo "jubilamos" de sus funciones y convertimos su lecho en un enorme parque, el Central Park de Valencia, pues cruza 10 kilómetros de la ciudad. Lo sustituimos por una versión moderna y preparada para asumir cualquier consecuencia, otorgándole una mayor capacidad de cubicaje y unos pretiles oblicuos resistentes a la presión del flujo. Una obra de la ingeniería faraónica de aquella época. 

Mientras se construyó, los valencianos, entre 1963 y 1985, pagaron el rio a base de sellos. Si, los valencianos con orgullo pueden decir a sus hijos y nietos que pagaron un rio asombrosamente grande, con pequeños sellos de correos. Puede parecer un relato del género de realismo mágico, de esos que se caracterizan por incluir elementos fantásticos en la historia, contando la realidad de lo acontecido a través de lo mágico que hay en ella. Así es como se forjó la leyenda de los sellos del Plan Sur, que consistía en que los habitantes de Valencia añadían en sus cartas de papel, un pequeño sello adicional de 25 céntimos de peseta, durante 22 años. Pagando, de este modo, un rio a plazos como quien compra un televisor en una tienda, pagando a poquitos.


Colección de Sellos del Plan Sur que podemos encontrar
 en casa de nuestros abuelos o padres.

Tal vez, hoy la juventud no haga caso de la Historia, pero los niños de antes probablemente alucinarían con ello. Ahora, esos niños, ya crecidos, dudan en que puedan ver el agua fluyendo por este rio, y que haya pequeñas embarcaciones navegando por él, o a sus propios hijos practicando running por donde ahora hay enormes y escarpadas rocas. 

Vista actual del lecho del cauce nuevo.
Fotografía: I. Balensiya

Esto de "recuperar" el cauce del nuevo Turia es un proyecto que ha sacado a la luz el Ayuntamiento de Valencia, en búsqueda de un nuevo espacio público. 

Un espacio público. ¿Acaso no hay otros lugares para hacer parques? En Valencia ya hay muchos, aunque como dice un amigo mío: Aun no hay suficientes. Pero digo yo ¿No sería mejor crear pequeños oasis entre los edificios?


vista del rio turia
Final del Plan Sur con el mar.

Lo único que a mi opinión resultaría interesante, sería si se excavara lo suficiente para bajar el nivel de la tierra y hacer que el mar pudiera adentrarse bastantes kilómetros arriba. Tal vez, ahí, si se podrían realizar regatas fluviales. Pero, dejando de lado las quimeras, sabemos que este proyecto no lo vamos a pagar a base de sellos de correos - más que nada porque hoy en día no nos mandamos cartas - tal vez sea a la moderna, darle like a una publicación, y a cuantos mas "me gusta" más presupuesto. 

Todo proyecto tiene sus pros y sus contras, y sobre papel todo queda muy bonito, como dice mi padre, porque la imaginación es libre y la mano se suelta. Pero a la hora de traspasar eso a la realidad, vemos que «1 centímetro en el plano, son 1000 metros en la realidad» Aunque, como dicen en Oriente: Antes de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu casa. Porque Valencia tiene varios proyectos ya empezados: la continuación de Blasco Ibáñez, la línea 10 del metro, el nuevo Mestalla, la 2ª fase del Parque Central, la ampliación del Botánico, entre otras minucias que están por hilvanar aún. Todos ellos son proyectos, que para gusto o no de los valencianos, se están haciendo. Pero lo cierto es, que existen algunos que tienen un poco más de prioridad, o por lo menos de antigüedad de proyecto, y habría que empezar realizando esos, con la consecuencia que se convierten en planes, que se alargan en el tiempo, y que de vez en cuando se dejan ver con un «muy pronto» o «Próximamente» como si fuera una película que ansiamos visionar. 

Mientras tanto, guardo entre las páginas de un libro unos sellos. Quizás, en un futuro los hallen mis hijos y me pregunten, curiosos, qué son esos trocitos de papel, y yo poderles decir que forman parte de una leyenda que construyeron sus bisabuelos y abuelos: Que con esos trocitos de papel pagaron un rio. El rio al que vais a jugar los fines de semana. 

Ellos me mirarán alucinados y probablemente no se lo crean. ¿Pero acaso no son eso los mitos? Historias reales que parecen increíbles. 

Dentro de las páginas de uno de mis libros,
vestigios de aquella leyenda, que fue real.
Fotografía: I. Balensiya


domingo, 31 de julio de 2022

La Jacaranda de Viveros... In Memoriam a mi abuela. (In memorian#4)

La Jacaranda del Jardín de Viveros.

PLA DEL REAL
Exposición

Callejeros desde hace muchos años que os estoy relatando historias de los árboles extraordinarios de la ciudad. He ido a hacer fotos de muchos de ellos, y los he mostrado con gusto todos y cada uno de ellos. Pero durante este tiempo he estado sin mostraros uno de ellos: la jacaranda de Viveros. No quería que llegara el día que me tocara hablar de este árbol, pero por desgracia ha llegado. Y digo por desgracia, no porque me desgrade hablar de este árbol, sino lo que este representa para mí; el árbol favorito de mi abuela. 

Mi abuela a finales de los 80 con la Jacaranda.

Mi abuela siempre gustosa por las plantas, las flores y sobre todo los árboles me ha enseñado desde pequeña a cuidar de las plantas, a saber cuando es el momento oportuno para trasplantarlas, regarlas... En fin todo lo que se necesita saber sobre la jardinería. Porque fue miembro de la Escuela de Jardinería de Valencia, y también de la Asociación Valenciana del  Bonsai. 

En un congreso de Bonsai en 1986,
junto al afamado bonsaista japonés: Yoshio Naka.

En una exposición de ikebana y bonsai en 1987.

Recuerdo cuando era pequeña, cuando ellos vivían en la calle Turia que íbamos al Jardín Botánico a ver los árboles, hacer fotos, recoger hojas y semillas del suelo y me explicaba el nombre de cada planta, de cada árbol y a la salida del Jardín y al pasar por la tienda de Flores Lliso, siempre teníamos que entrar para que me comprar una pequeña macecita, que luego cuidaba en la ventana de mi habitación en casa de mis abuelos. 

Con el tiempo mis abuelos se mudaron de Valencia a la tranquilidad de un pueblo, allí en el huerto de la casa, mi abuela cultivaba rosas de varios tipos, árboles frutales, y un sin fin de plantas que cuidaba con esmero y yo le ayudaba aprendiendo y gustándome el mundo de la jardinería. 

Mi abuela junto a su rosal favorito.

Pero la imagen de ver a mi abuela por el jardín de su casa, se ha acabado... Esta madrugada del 31 de julio de 2022. La Horrible Majestad de negro manto y descarnadas manos, fue a visitarla mientras ella dormía, para invitarla a formar parte de su fúnebre corte. Mi abuela, con sus 96 años se marchó con la Dama de la Sonrisa Eterna. Mañana su cuerpo será parte del Huerto de los Huesos, donde reposará para toda la eternidad. 

A todos vosotros, os ruego una oración por su alma.
Yaya... descansa en paz. 


oooOOOooo

Sobre la jacaranda:

La Jacaranda es originaria de Brasil. Su nombre en latín Mimosifolia significa “hojas parecidas a la mimosa”. Es semicaducifolio y puede llegar hasta 20 metros de altura; con una copa alta y ramas erguidas.

Llama la atención por su floración violácea en primavera. Son flores tubulares de agradable aroma que atraen a las abejas e ideales para jardines de estilo romántico.

La corteza del árbol es de color marrón grisáceo


Todas las entradas de los árboles extraordinarios de Valencia, se las dedico a mi abuela, quien me enseño la afición por la jardinería, y el gusto por los árboles contándome las historias y nombres de todos ellos junto el de las flores. 



martes, 28 de junio de 2022

El Dios de los Árboles de Valencia (Esencias de Valencia#9)


El Ficus del Parterre
Fotografía: I. Balensiya.

CIUTAT VELLA
La Xerea. 

Callejero, hoy 28 de junio es el día de los árboles. Es por eso que quiero hablarte otra vez de un árbol muy especial que lleva plantado en la ciudad 170 años: el ficus del Parterre. 

Desde la noche de los tiempos que los árboles han representado el Ciclo de la Vida. Un tema que se recoge en muchas culturas a lo largo y ancho del planeta Tierra. 

Desde muy antiguo, los pueblos han sabido venerarlo con esmero, llenándolos de leyendas, magia y poderes sobrenaturales y medicinales. En ocasiones tomándolos como emblema para representar nobles apellidos o nombres de aldeas. 

Los árboles son nuestros grandes protectores, nos dan oxígeno limpiando el aire que respiramos, nos dan fresco en verano, sombra cuando hay sol, frutos cuando hay hambre, flores para alegrarnos la primavera y se sacrifican por nosotros para darnos luz y calor al quemarlos. Además de papel para escribir sus memorias, mientras estamos ante un escritorio, sentados en una silla y bajo un techo construido con sus maderas. 

Los árboles son esos padres amorosos y sacrificados que lo dan todo por proteger a sus hijos, hasta su propia vida. Un pensamiento que hoy en día, con las prisas de esta sociedad motorizada e industrializada llena de plásticos y materiales sintéticos, no nos paramos a pensar; salvo unos pocos que vamos aún caminando y tenemos tiempo para sentarnos bajo la sombra de los árboles para meditar sobre la vida. 

Los árboles nos han dado la vida, y muchos fueron sacrificados para que hoy en día seamos lo que somos, y hayamos evolucionado, pero por desgracia los estamos olvidando. 

Yggdrasil el árbol de la vida.



Existen árboles muy famosos en la historia como es el Árbol de la Vida, también conocido como "el Árbol Cósmico", que representa la creación y la ubicación de los mundos. Está estructurado en tres niveles: las ramas el cielo, donde habitan los dioses y están los frutos de los cuales salen las semillas y surge la vida, que solo las deidades pueden otorgar. 

Después el tronco, el centro, dónde vive el Hombre, que solo tiene una misión: cual hormiga debe recorrer la corteza del árbol divino: hacía arriba en busca de la espiritualidad, o hacia abajo buscando la perdición. 

Por último, las raíces que se adentran en la tierra, representa el mundo subterráneo, el mundo de los muertos. Dónde el árbol se alimenta de la sustancia de aquellos que ya quedaron atrás para poder crecer y dar frutos para una nueva vida. 

Estos preceptos son los que marcan, la llamada "Religión del Árbol". 

Somos muchas las personas que llevamos el emblema
de la religión del árbol colgando sobre nuestro corazón. 

Otro ejemplar en la mitología es el Árbol de las Hespérides de Grecia, que estaba custodiado por fieros monstruos impidiendo a los hombres comer los frutos portadores de la vida eterna. Una explicación divina al hecho de porque hay especies de árboles que pueden vivir cientos de años, pareciendo a los ojos del humano, inmortales. Por lo tanto, divinos. 

Representación del manzano divino con sus fieros guardines.

Cabe mencionar al Árbol del Conocimiento, dando constancia de la importancia de lo espiritual sobre lo material. Símbolo central en las religiones monoteístas judeocristianas donde se dice que se trataba de un manzano de apetitosas y tentadoras frutas, que hizo que pecaran Adán y Eva después de comer su fruto prohibido, ambos fueron expulsados del Paraíso. Conociendo así la dualidad del Bien y el Mal, la moral limpia, el pecado de la sexualidad y el pudor de la desnudez que durante siglos ha estado en la conciencia de las personas. 


La manzana de la tentación del árbol divino. 

En los pueblos celtas, los árboles eran sagrados, cada uno de ellos tenía cualidades: Pino, inmortalidad y prosperidad. Cedro, purificación y espiritualidad. Sabina, vida y protección. Roble, fuerza y valor. Acacia, amor y belleza. Higuera, iluminación y adivinación. Manzano, sabiduría y meditación. Olivo, victoria y paz. Olmo, riqueza y negocios. Castaño, malas energías y viajes. Álamo, muerte y resurrección. Por último el naranjo, suerte y salud.

Uno de los muchos calendarios y zodiacos celtas de los árboles.

De todos ellos, el más sagrado era el roble, pues otorgaba la fuerza y el valor para enfrentarse a todo. Para Roma también era un árbol sagrado pues con su madera era la única que podía alimentar el fuego de las vestales. En cambio, para los griegos fue el olio, pues de su fruto salía el aceite que servía para preparar alimentos, para alumbrarse y sanar el cuerpo con masajes. No es de extrañar que fuera el árbol de la diosa Atenea, la protectora de Grecia que curiosamente era representada en una lechuza, esa ave nocturna que suele dormir en las oquedades de las oliveras. 

Otro árbol divino sería el caso del Laurel, en el cual Zeus convirtió a su hija Dafne tras ser perseguida por Apolo para así salvaguardarla. Es por eso que las hojas del Laurel nunca se pudren, solo se secan y se conservan, porque es el cuerpo de la hija de uno de los dioses más poderosos del Mediterráneo. 

Apolo y Dafne. Piero Pollajuolo (1441-1496)


En Egipto el árbol divino seria el Sicomoro, pues con su resina se obtenía el apreciado bálsamo para momificar a las momias. Mientras si vamos hacía el oriente encontramos los poderosos ficus, donde Buda se sentó para descansar y meditar, y que ahora con sus fuertes raíces engullen templos abandonados y en ruinas por toda la India. 

Sicoromo


Es precisamente uno de esos ficus macrophylla de majestuoso tamaño que fue traído a Valencia, para ser plantado en el Parterre, es el enorme ficus de la "sombra de la Historia" como lo llamé una vez. 

Vista general del ficus del parterre. 

Un árbol que siempre ha cautivado la mirada de muchos y que invita a ser contemplado con devoción y respeto cada vez que pasas por su lado, observando como cada año que pasa, sus poderosas raíces van levantado un centímetro más del suelo, unas grietas más profundas en el banco y la balaustrada de piedra, la reja más torcida. Es el poder de ese grandioso árbol que bajo sus ramas se respira la espiritualidad en pleno centro neurálgico de la ciudad de Valencia. De entre todos los árboles que poseemos en nuestras calles es este sin duda alguna, el dios de todos ellos. ¡Contempladlo con calma! y veréis que no necesita ser el más alto, ni el más grueso, ni el mas longevo de todos. Simplemente es perfecto. Un ficus, una deidad vegetal que impone a todos nosotros y ha sobrevivido a todas las inclemencias del tiempo y de la Historia desde 1852. 

Riada de 1957, donde las aguas alcanzaron 3.20 metros de altura.
El ficus arriba a la izquierda.  

Todas las entradas de los árboles extraordinarios de Valencia, se las dedico a mi abuela, quien me enseño la afición por la jardinería, y el gusto por los árboles contándome las historias y nombres de todos ellos junto el de las flores. 

martes, 21 de junio de 2022

Los tesoros de las Arenas y la Malvarrosa. (Esencias de Valencia# 8)

Cristales de playa y conchas, los tesoros de nuestras playas.
Fotografía: Isabel Balensiya.

POBLADOS MARÍTIMOS
Malvarrosa

Callejero, el verano ha llegado ya a nosotros. Seguramente ya habrás visitado las playas, disfrutando de sus aguas y sobre todo paseado por las arenas de sus riberas, deteniéndote de vez en cuando a coger una concha, una piedrita, o si tienes suerte un fragmento de cristal rodado. Tal vez para alguien del interior, eso no sea más que “basuras”, pero tiempo atrás, apenas cien años, eso eran tesoros para los pescadores.

En las playas de la Malvarrosa y las Arenas, junto a la desembocadura antigua del rio Turia, antes de que el Puerto de Valencia se desplegara como lo hizo a finales de la década de los 60, allí había cabañas – por no decir chozas – dónde vivían los pobres pescadores. Aquellas almas humildes que fueron retratadas por el ilustre Joaquín Sorolla en sus afamados oleos.

El pescador - Sorolla (1904)

Esas gentes, apenas tenía para vivir. Si tenían buena pesca, subían con su carreta llena de pescado a  venderlo directamente a la ciudad de Valencia, 4 kilómetros que ahora no nos afectan debido a los transportes de motor  y las calles asfaltadas y acondicionadas. Pero apenas un siglo atrás, la Avenida del Puerto no era más que, el denominado Camino del Grao, una larga senda de tierra, con matorrales en sus orillas, flanqueada de campos y la acequia de Algirós. Un camino costoso en una tartana con tiro a caballo.

 

La playa de Valencia a la derecha, la ciudad a la izquierda y
y el Camino del Grao (Avd. del Puerto en verde) Al alrededor todo campos.
Coloreado y rotulación: Isabel Balensiya

En cambio, en las tierras del interior de Valencia, y en la propia ciudad, la única agua en la que podían pescar y disfrutar era la del rio Turia. El Turia, nuestro padre que nos otorgó la vida, pero que muchas veces embravecido, ha arramblado con todo a su paso: riberas del río, campos de cultivo, molinos… Pero sobre todo, aquellas humildes casitas de venidos de Teruel o de otras zonas, que al no poder costearse una vivienda en Valencia, las construían junto a los pretiles del Turia.

Casitas humildes junto al pretil del Turia dentro de Valencia (1949)

El rio cabreado arramblaba con todo, dejando al pobre labriego, aún más pobre y desvalido por su osadía de construir su vivienda dentro de la del rio. Arrastraba no solo las vallas de madera y los tapiales de barro y cal, sino también se llevaba los enseres y los animales del corral.

Aún así, el Hombre lleno de estupidez – o de soberbia – continuará construyendo su casa cerca de los caudales de los ríos, desecando su lecho, pensando que tal vez un muro podrá contener sus aguas. ¡Iluso de él! Cuando el río despierta cabreado, recuerda con orgullo cual es su sitio y vengativo lo reconquistará con la peor de las cruezas. Pasarán los siglos y en vez de mantener el lecho limpio de cañas y basuras, lo oprimiremos más. Sigue la vida del Hombre, pero también la del Rio con su obra de destrucción, arrastrando hacía el mar todo aquello que se le interpone a su paso.

De esta manera es como el labriego valenciano o turolense perdía su casa y los muebles que tanto esfuerzo le habían costado tener. En cambio, al humilde pescador de la Malvarrosa, que siempre ha estado velando la lenta muerte del Turia a los pies del Mediterráneo, se le es recompensado con la tragedia de otros. Cuando las revueltas aguas llegaban a su desembocadura comenzaba el acto más peligroso, el de salir con la barca a faenar; la de lanzarse a las turbias aguas llenas de barro del Turia, que con fuerza acababan en un mar impetuoso teñido de cobre terroso. Los pobres pescadores exponían sus vidas a la fuerza del agua, para rebuscar entre el fango, poder rescatar algún resquicio de aquellos enseres  que el Turia ha arrebatado al jornalero y al labriego en las tierras más altas de Valencia.

Ellos vivían en la más extrema de las pobrezas, en barracones de madera, o en humildes casitas cerca de la playa viviendo del pescado. En ese momento podían encontrar algún saco de grano de algún molino, para hacer pan. Alguna gallina o cerdo ahogado con el que hacer caldos o guisos para alimentar a los hijos y padres ancianos, aunque parezca increíble hoy en día.

Los grandes maderos, empalizadas o puertas servían para construir nuevas cabañas. Alguna cómoda, cama, sillas, ¡con suerte un espejo! – que haya sobrevivido al choque continuo de las aguas y los arrastrones – que antes lucían en las habitaciones de algún molinero o traídos con esfuerzo desde Teruel, eran el regalo perfecto para aquella pareja de novios pescadores, que estaban a punto de casarse. De esta manera podrían dotar su choza de algunas comodidades y arreglarla con estos muebles desvencijados, estropeados, con unas cortinas hechas de redes de pesca decoradas con conchas y el aire junto al salitre resecando las tablas de madera que conformaban su nuevo feliz hogar, hecho con los despojos y las tristezas de otros.

Una casa de pescadores valencianos. 

Así pues, callejero, esa tendencia decorativa llamada coastal beach que “inunda” nuestras casas de conchas marítimas, de adornos hechos con redes de pesca, cuerdas, maderas envejecidas y emblanquecidas, otras tintadas de azules, cristales de playa o esmerilados, que tan caros pueden resultarnos, no lo ha inventado un diseñador inspirado, sino nuestros antepasados pescadores en todas las costas del mundo.

Click y te enseño ideas de decoración

Es por eso, y en recuerdo de aquellos humildes, que te invito a reverenciarte, a inclinarte, e ir recogiendo algunas conchas, cristales, palitos de madera y te enseño como hacer algún adorno para tu casa o tu terraza para que, al contemplarlo, pienses en que la basura de algunos es un tesoro para otros.

¡Feliz Verano!

Disfruta del sol con moderación y mantén limpia de los sempiternos plásticos las playas.


Los materiales: Necesitas cristalitos de playa, piedritas, ramitas, conchas e hilo de nylon resistente. También loctite. 

Diversos cristalitos recolectados durante años
Fotografía: Isabel Balensiya. 

El sistema es tan sencillo como seleccionar las piezas, atarlas o pegarlas a los hilos y hacer crucetas con ramitas (o palitos de brochetas)

Elaboración de un diseño sencillos.
Fotografía: Isabel Balensiya. 


Ejemplo de como queda el movil de viento. 
Video: Isabel Balensiya. 

Ya con la técnica aprendida, es tan sencillo como ir juntando los tesorillos para ir elaborando estos curiosos y baratos adornos salidos del mar. 

Con palitos de brocheta y trocitos muy
 pequeñitos de cristal. 

Fotografía: Isabel Balensiya. 

También se pueden usar fragmentos grandes con trozos de cordón y una ramita pintada de blanco. 

Otro ejemplo ideal para decorar terrazas
Fotografía: Isabel Balensiya.
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Por último, si sois algo habilidosos, con los alicates y el alambre podéis hacer joyas marítimas y regalarlas a vuestros amigos del interior. Sin duda un detalle muy original porque no existirá pieza igual. 

Ejemplo de joya marítima.
Elaboración y fotografía: Isabel Balensiya.